The Ghost Breakers (1940-George Marshall)

The Ghost Breakers (1940-George Marshall)

(El castillo maldito)

Mi opinión: 8/10

Tras el éxito de crítica y público de The Cat and the Canary, Paramount resolvió que podría llevar adelante otro film que uniera terror y comedia con los mismos protagonistas. Y así, Bob Hope y Paulette Goddard se vieron de vuelta juntos en la pantalla para este nuevo refrito de vieja escuela, ya filmado previamente en 1914 y 1922.

Bob Hope, Paulette Goddard

Esta comedia de terror comienza como una de enredos. Larry Lawrence (Hope) tiene un espacio de radio en el que comenta con humor las andanzas de mafiosos de poca monta de la ciudad. Pero el último programa no fue del agrado de uno de ellos, que lo conmina a  conversar en un hotel donde vive. Larry acude a la cita con un revolver que le alcanza su empleado Alex (Willie Best). Mientras busca la habitación del gangster, ocurre un asesinato en el mismo pasillo. Ante el ruido,  Larry dispara su propia arma y cree haber cometido el asesinato. Al huir, consigue evadir a la policía escondiéndose en el baúl de Mary Carter (Paulette Goddard), quien está por viajar a Cuba a hacerse de la posesión de un castillo. Mary tiene ya sus propios problemas, ya que es incitada a vender la propiedad antes de ir, con la excusa de que se trata de un lugar maldito del que nadie regresa vivo la primera noche. De este modo, Larry conoce a Mary. Y siendo como es conocedor de los modos delictivos, sospecha que hay algo más detrás de la historia del castillo y el interés de terceros en que su dueña se deshaga de él rápidamente.

Como se ve, la primera parte de la actuación de Hope es solo una excusa para meterlo en la vida de Mary. Y aunque The Ghost Breakers no desentona como comedia, es bastante más que eso. Por empezar, el rol de Hope, a diferencia del que tuvo en The Cat and the Canary, es menos torpe y por el contrario, bastante sagaz. Esto hace que su actuación lleve menos risas o gags, mas allá de que dispare chistes como el de comparar a los demócratas con  zombies. Pero está bien. Contrariamente a lo que uno espera de él, Hope maneja muy bien ese equilibrio entre la risa fácil y el hombre de acción dispuesto a hallar la verdad detrás de los cuentos de fantasmas.

Hope, Goddard y Anthony Quinn

Y es que la película, más allá de su titulo, no tiene tanto “terror” como se espera; de hecho, la llegada al dichoso castillo  se demora hasta muy entrado el film. Porque la trama claramente pasa por otras cuestiones, que se van dando en forma paulatina, hasta concluir un encuentro final en la isla de Mary. Antes que nada, a diferencia de muchas de las comedias de Hope, el libro le entrega un medio consistente para permitirle hacer más que simples payasadas ante la cámara. Quizás lo único negativo, pero como siempre leídos y vistos con los ojos de hoy, son ciertos estereotipos que encuentran en el empleado negro de Larry su mayor exponente, pero no el único.

The Ghost Breakers tiene un poco de todo. Crimen, intriga, fantasmas, hasta zombies, más allá de la incongruencia de ubicar en Cuba a una leyenda íntimamente ligada a Haití.

El film cuenta con una buena fotografía, que complementa las actuaciones para redondear un buen trabajo. Dentro de este párrafo, Bob Hope y Paulette Goddard se complementan bien, aunque el primero claramente tiene más y mejor pantalla, muy bien secundado por Willie Best, a quien se relega más el rol de miedoso, lo que no es óbice para que  emplee la fuerza cuando es preciso. Del resto, vale la pena mencionar la presentación de un muy joven Anthony Quinn, aunque para ese momento ya llevaba encima una buena cantidad de películas.

The Ghost Breakers una muy buena película, muy entretenida, que nunca deja lugar al aburrimiento. Cuando no funciona como comedia, lo hace como policial. Y en conjunto, lo hace como un buen entretenimiento. Aunque está quizás un poco por debajo de The Cat and the Canary, no por ello dejar de ser una muy buena opción para ver y disfrutar sobre todo de ese gran comediante que fue Bob Hope.