Baba Yaga Terror Of The Dark Forest (2020 – Svyatoslav Podgaevsky)

Baba Yaga Terror Of The Dark Forest (2020 – Svyatoslav Podgaevsky)          

(Baba Yaga  / Baba Yaga, el regreso del terror / Yaga: Pesadilla del bosque oscuro)

Mi opinión: 6 /10

Merced a la globalización, hoy tenemos acceso a cualquier parte del mundo, de lo que resulta que culturas exóticas o foráneas (úsese el adjetivo que guste) están a un clic de distancia.

Así fue como de repente quien esto escribe en lo particular, se enteró de la leyenda de la Baba Yaga, un personaje del folklore eslavo al que se le da por dieta la carne de niños. No muy diferente de otros seres difundidos por el resto del planeta con la misma temática.

En Baba Yaga Terror Of The Dark Forest tenemos un monstruo (la Baba Yaga), sus secuaces (los Navs), y una ciudad situada junto a un bosque donde la Baba Yaga han sentado sus dominios.

Artyom Zhigulin, Oleg Chugunov y Glasha Golubeva

Egor (Oleg Chugunov), se ha mudado junto a su familia recientemente a un nuevo hogar. Como adolescente, presenta los problemas propios de adaptación a un sitio desconocido, y quizás adverso. Conoce a Dasha (Glasha Golubeva), e inconvenientemente también a Anton (Artyom Zhigulin), una especie de bravucón. Sin embargo, los destinos de los tres se van a entrelazar cuando tras una visita al bosque, al regresar a sus hogares encontrarán que no son más que extraños para sus familiares.

El cuento de la Baba Yaga tiene obvios parecidos con el cuco, boogeyman, hombre de la bolsa o como sea que se asuste a los pequeños en cada región del globo para que no cometan travesuras o se pierdan. Consecuentemente, Baba Yaga Terror… se emparenta con todos los filmes del estilo, donde la leyenda resulta ser real.

Baba Yaga Terror… está bien dentro de esos parámetros. Pero si se busca algo más sustancial, habrá que ir a otro lado. El film tiene algún giro novedoso, como que los padres olviden la existencia de sus hijos; los efectos son apropiados, y el guion, sin ser ágil, no aburre. Pero la historia ya se ha visto tanto que esperar sorpresas definitivamente está fuera de programa.

En cambio, yo rescato como positivo el drama de edad representado por estos tres quinceañeros diferentes entre sí, pero que terminan jugando en el mismo equipo. Aquí los tres protagonistas, que suelen encerrarse en sí mismos (Chugunov, Golubeva y Zhigulin), se ponen la camiseta de ese equipo, aunque sin saber bien para qué lado disparar; y que hallan en el  respaldo mutuo la única forma de alcanzar sus metas. En el caso del film, rescatar la hermanita menor de Egor, y sellar la puerta por donde Baba Yaga pasa entre dos mundos. Es una buena labor de los tres, protagonistas exclusivos de esta película, que por otra parte, no alcanza mayor tensión o suspenso que cualquier otra similar.

Es un film que se puede ver,  donde por lo menos, paisaje y personajes son diferentes, pero solo por ese diferencial que da lo exótico. Nada más que eso. Por lo demás, es otra película más de leyendas de la niñez.