Overlord (2018 – Julius Avery)  

Overlord (2018 – Julius Avery)

(Operación Overlord)

Mi Opinión: 6/10

Overlord (2018)

Me resulta un poquito complicado hablar de esta película en base a mis expectativas. Porque resultó no ser ni de estricto terror, ni de acción bélica, aunque tiene bastante metraje de ambos (¡que antigüedad!).

Overlord (2018)

Durante la operación Overlord, para los no avispados el desembarco de Normandía, un grupo de paracaidistas tiene como objetivo neutralizar una torre de radio alemana en un pueblo tras la línea enemiga. Como corresponde, los aviones llegan al continente varias horas antes de la llegada del grueso de las tropas, y son recibidos con fuego antiaéreo alemán. El avión de nuestros protagonistas se precipita a tierra y solo seis de ellos llegan a juntarse para seguir adelante con su misión. Consiguen llegar al villorrio, pero amen de encontrarse con tropas alemanas, descubrirán que la iglesia donde está la torre de radio encierra algo más que solo aparatos de comunicación.

Overlord se desarrolla en forma relativamente morosa, y digamos que no encuentra su balance entre acción y horror hasta bien pasada la mitad del film. Va tejiendo su tela en forma pausada, y hasta que el joven soldado Boyce (Jovan Adepo) se introduce en la iglesia/fortaleza  casi casualmente, lo que se ha visto tiene más que ver con los horrores de la guerra que con lo que el tráiler promete. O sea, las ejecuciones arbitrarias, las violaciones, los colaboracionistas, fueron elementos de la segunda guerra (y todas, supongo) presentes que sus testigos difícilmente hayan olvidado en sus vidas.

Overlord (2018)

Jovan Adepo y Julius Avery

Overlord (2018)

Overlord (2018)

Pilou Asbæk

Bien, decía que en un momento Boyce entra en la iglesia, y allí descubre que se está trabajando para conseguir soldados invencibles (“un Reich de mil años requiere soldados de mil años”, define el villano alemán, el capitán Wafner, bien interpretado por el danés Pilou Asbæk). Entonces la misión pasa a ser un tema de debate ético. ¿Limitarse a la misión de solo destruir la torre de radio, o el edificio mismo con su carga monstruosa? Un dilema que debe decidir el único responsable aún vivo, el cabo Ford (Wyatt Russell). 

Overlord es en definitiva una película que tiene mucho de ficción, también realidad histórica, y que navega a dos aguas entre esos dos mundos planteados. Mientras estamos en la “realidad histórica”, el film es bueno, recrea creíblemente los sentimientos de los soldados (especialmente en los primeros momentos dentro del avión que se dirige a Normandía), y presenta un mundo de mierda real. Cuando pasamos al film de horror, en lo personal me decepciona un poco. Porque conforme nos acercamos al final, la película no puede separarse de clichés establecidos para el horror y por momentos se parece a un video juego. Por otro lado, las escenas de combate, aunque verosímiles, tiene un inevitable aire a las viejas películas de Hollywood, por no nombrar Combate!, donde un puñado de soldados (en verdad, ¡solo dos!) pueden vencer a un grupo muuuuucho mayor de alemanes. Lo que llama más a la risa que a la credulidad.

Sin ser nada especial, Overlord termina siendo del montón. Un film para ver con pochoclos, entretenerse un poco y pasar a la próxima.

Overlord (2018)