Murder by Decree (1979 – Bob Clark)

Murder by Decree (1979 – Bob Clark)

(Asesinato por decreto)

Mi opinión: 9/10

Murder by Decree (1979)

Este film de 1979 tiene la curiosidad de que, si bien toma al personaje de Conan Doyle, en realidad se basa en las recientes teorías acerca del Destripador que apuntaban hacia la masonería, más concretamente en el libro de 1976 Jack the Ripper: The Final Solution (vaya titulito), de Stephen Knight.

Estamos entonces en la Londres victoriana, en las noches en que ocurren los asesinatos de Whitechapel. Scotland Yard está desubicada frente al asesino, pero por orden de su jefe, Sir Charles Warren (Anthony Quayle), no solicita la ayuda del afamado investigador. Por lo que Sherlock Holmes (Christopher Plummer) y su amigo Watson (James Mason) están apartados del asunto. Pero luego del tercer asesinato, unos comerciantes de Whitechapel se les acercan y le solicitan por su cuenta que investigue y detenga al asesino que de otro modo llevará a la ruina a sus comercios.

Este es el fundamento sobre el que se asienta todo Murder by Decree. La investigación de Holmes comenzará a llevarle por diferentes caminos al de Scotland Yard y hará propias algunas pistas deliberadamente ocultas por Sir Charles. Lo que llevará a la captura del asesino y detendrá la masacre.

Murder by Decree (1979)

Christopher Plummer y  James Mason, Holmes y Watson

Murder by Decree (1979)

Anthony Quayle

Como en cada film acerca de Jack el destripador, cualquiera fuera su protagonista, el asesino siempre es descubierto y detenido. Pero la realidad histórica nos dice que nunca fue identificado públicamente, aunque sí que la macabra cuenta se detuvo en cuatro. Esto ha dado para diferentes teorías, desde un extranjero de paso, hasta que se vio cercado y desapareció antes que lo capturaran; y desde luego, las conspirativas que se desarrollan aquí. Y sí, puede decirse que la teoría de Murder by Decree es tan atendible como cualquier otra. Por lo que se deja al espectador elaborar la propia.

Murder by Decree (1979)

Geneviève Bujold y Christopher Plummer

Pero como film policial, Murder by Decree está en muy buen nivel. La elección de Plummer y Mason como Holmes y Watson es una decisión que paga con creces. La calidad interpretativa de ambos lleva a ambos personajes a gran altura, aunque por momentos se distancie de lo imaginado por Conan Doyle para ellos. Aunque Holmes es inquisitivo,  también nos aparece como sanguíneo; en cambio Watson se remite a lo que siempre fue: el compañero ideal en la investigación, aunque siempre un paso detrás de Holmes, lo cual es muy cerca, ya que la policía siempre está varios pasos atrás. Ambos se roban la película con actuaciones muy buenas.

Del resto, claramente se destaca Anthony Quayle (otro gran actor) como el personaje nefasto de esta historia, un masón que (se verá) no actúa solo sino que tiene compañía en el más alto nivel del gobierno. También sobresalen por nivel y preponderancia David Hemmings, Susan Clark y Geneviève Bujold, quien tiene un pequeño pero crucial momento en el film. No ocurre lo mismo con Donald Sutherland, cuyo nombre se anuncia con relevancia, pero limita su entrada  dar simplemente una pista a Sherlock.

Murder by Decree se trata entonces de una buena película, cuya intriga crece con los minutos, a medida que las contradicciones entre la investigación oficial y la de Holmes se hacen irreconciliables.

Murder by Decree (1979)

Aunque queda sujeto a la opinión de cada uno, para mí se trata de un muy buen capítulo de la saga fílmica de Sherlock, alimentado por las entonces novedosas ideas sobre el Destripador. Pero, ojo. El destripador es el villano, pero aquí los protagonistas son Holmes y Watson, interpretados en gran nivel por una pareja que quizás no tuvo igual en toda la filmografía del detective de Doyle.

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