La Caja de Botones de Gwendy (Gwendy’s Button Box / Gwendy’s Button Box y Richard Chizmar, 2017)
Son varias las obras escritas en colaboración por Stephen King. Ésta en particular es bastante reciente y es una novela corta pero intrigante. Estamos en 1974. Gwendy es una niña regordeta que todos días trepa al trote las Escaleras de los Suicidios, una escalinata que lleva a un promontorio donde un par de veces almas infortunadas encontraron allí una respuesta a sus penas. Gwendy solo tiene doce años y no está allí por ese motivo. Lo suyo es ponerse en forma y sacarse el mote de “goodyear” (por el dirigible publicitario) que le han puesto antes de empezar la escuela media. Pero la mañana del 22 de agosto, Gwendy se encuentra con un desconocido en la cima del promontorio, que se presenta como Richard Farris. Farris le ofrece a Gwendy una caja llena de botones de diversos colores, pero salvo dos que le entregan las cosas que ella necesita (dulces que sacian el hambre y dólares de plata de alta cotización, que podrán pagarle su universidad), el resto están allí para que Gwendy haga un uso criterioso de ellos. Su uso incorrecto podría terminar con el mundo, inclusive .
Antes de que pueda pensarlo más, Farris desaparece de vista y Gwendy se queda con su caja de botones. Los siguientes diez años, la niña crecerá cuidando su caja del acecho de miradas extrañas, y llegando a maldecir el día que se encontró con ella.
No tenemos aquí al King que se mete en la historia de un pueblo para soltar los monstruos que pululan en cada habitante. Por el contrario, la historia (centrada en Gwendy y sus allegados) recuerda, por ejemplo, a Cycle of the Werewolf. En cuanto a lo que Chizmar agregó a la novela poco se sabe, ya que ni el libro ni los comentarios de ambos sobre ella, echan luz sobre el tema. Sin embargo, en una entrevista conjunta, queda claro que su papel es fuerte; La Caja de Botones de Gwendy no hubiera visto la luz si Chizmar no hubiera echado mano a la obra de terminarla. Y tan fuerte debió ser su involucramiento, que recientemente el propio Chizmar escribió solo una segunda parte (Gwendy’s magic feather)
La Caja de Botones de Gwendy no es un relato de terror, aunque tiene sus momentos. Nacida de un bloqueo de King sobre como terminarla, la historia es más bien una narración sobre la llegada de la adolescencia y el paso a la madurez, de cómo una niña se ve empujada a crecer en posesión en un objeto mágico y a la vez letal, que en principio le traerá beneficios a ella y quienes le rodean. Pero luego también aparecerá la tragedia y el final de los días de rosas.
Se trata de una exposición sencilla, sin muchos matices, pero aún así intrigante.Es una pequeña historia, escrita recientemente que bucea en el pasado. Pero no hay muchas sorpresas por ese lado. Bien pudo ubicarse en la actualidad, y tendría el mismo efecto. Los personajes son bien norteamericanos, como también al ambiente. King no es afecto a ambientar sus relatos en otro país, ni siquiera en otro estado que no sea su natal Maine, y en este caso la sitúa en su ciudad fetiche, la ficticia Castle Rock, sede de varias de sus novelas “Zona muerta”, “Cujo”, “La mitad Oscura”, y siguen firmas), por no nombrar su propia serie.
Richard Chizmar firmando ejemplares del libro
Quizás los días del mejor King, o por lo menos el de sus mejores novelas, ya han pasado. No podemos esperar hoy el mismo impacto que generaron en su momento Carrie, The Shining o It, pero como contrapartida, tenemos ahora a un escritor más equilibrado, capaz de entregar aún buenas obras, argumentos poco convencionales y que profundiza en una mayor variedad temática, algo que se agradece. En cuanto a La Caja de Botones de Gwendy, es un libro que se lee rápido pero vale claramente cada palabra escrita en él.
El Holocausto de Pablo Alekssander 