David Byrne – Feelings (1997)

David ByrneFeelings (1997)

Mi opinión: 7/10       

Músico dado a la búsqueda de sonidos nuevos y a la experimentación (desde sus asociaciones con Brian Eno, hasta colaboraciones más convencionales – por ejemplo, “Hoy no le temo a la muerte “, con La Portuaria-, sin olvidar los hecho con Talking Heads), el tercer álbum solista de David Byrne desde la separación oficial del grupo que lo envió a la fama marca un intento de introducir un poco de trip hop y drum&bass en su música, por ejemplo, mediante ritmos sincopados.

Todo este entorno percusivo se hace presente de diferentes formas a lo largo Feelings, dando marco a las experimentaciones sonoras con cuerdas (principalmente), aunque no desdeña otros elementos, como instrumentos de vientos o loops.

Hay que decir que para este trabajo, David Byrne se rodeó (otra vez) de un ejército de colaboradores, y que fue grabado en varios estudios. Y aunque Byrne es el supervisor definitivo de su álbum, esta variedad (creo) no ayuda al resultado final, le quita cohesión, y tiene que ver con lo que terminó editándose.

Feelings intenta trabajar sobre géneros musicales recientes (para los 90’s), pero tiende a finalizar como un híbrido que podría llegar a ser incapaz de mover las fibras de sus seguidores. Pero afortunadamente, Feelings tiene canciones que lo salvan.

El álbum arranca con dos buenos temas: “Fuzzy Freaky”, una canción que recuerda un poco al primer Santana, seguido de “Miss America”, un gran tema que recupera los aires latinos de Rei Momo. Pero a partir de aquí, el CD comienza a perder fuerza, pasando a ser la música un acompañante de la particular voz de Byrne.

A pesar de ello, todavía hay lugar para buenas canciones, como “The gates of Paradise” y “The civil wars”, donde las guitarras con distorsión rompen el esquema general del álbum; “Daddy go down”, donde aparecen un sitar y un violín que le dan aires de frescura al tema, sin dejar de salirse de los cánones de una canción pop.; la bella “Finite=allright”, o “Burnt by the sun”, una canción donde los arreglos de cuerdas le dan un gran marco.

Yo diría que  Feelings es un álbum desparejo, en general los temas son mid-tempo, la experimentación no ayuda a levantar el interés del oyente, pero tiene los suficientes momentos  atractivos como para justificar su pertenencia a cualquier seguidor de Byrne.

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