I, Madman (1989- Tibor Takács)

I, Madman (1989- Tibor Takács)

(Lecturas diabólicas / Vínculo Mortal)

Mi opinión: 7/10

Si uno quiere ver algo parecido a los Tales from the Crypt, en un solo film y que no lleve ese sello, I, Madman es lo más parecido que vi en estética y argumento. Y esto no es necesariamente una copia. En todo caso, es un estilo de hacer una película, cuyo resultado final a mí me gustó.

En I, Madman tenemos a una empleada de una librería de libros usados o discontinuados, Virginia (Jenny Wright), que se enamora del estilo del escritor Malcolm Brand (Randall William Cook), un autor de novelas baratas (pulp diríamos ahora) cuya carrera se truncó en la segunda publicación. Luego de leer la primera novela, Virginia quiere conseguir la segunda, pero se trata de un libro desaparecido. No obstante, al volver un tarde a su departamento se encuentra junto a su puerta un a ejemplar del libro, que se titula “I, Madman”. Virginia comienza a devorar las páginas y crece paulatinamente un temor por la crudeza del relato, en que un ex médico enloquecido de amor por la actriz Anna Templar, se mutila el rostro para luego iniciar una cirugía estética muy sui generis, consistente en matar personas y quitarles partes de su cara para completar la propia, y así lograr el amor de Anna.

Jenny Wright

Hasta allí, solo una novela de terror. Pero comienzan a ocurrir asesinatos muy similares al libro, lo que hace sospechar a Virginia, quien comparte su temor a su novio y policía Richard (Clayton Rohner). Todo se pone más extraño cuando efectivamente Virginia identifica al personaje de “I, Madman” con el asesino.

Clayton Rohner

Como película, I, Madman es entretenida. Y como dije al principio, bien podría haber sido  un capítulo de la serie Cuentos de la Cripta. Misma estética, mismo sentido del humor, mismos personajes retorcidos. La historia bien pudo haber sido publicada en la revista homónima, aunque es un original de David Chaskin (entre cuyos créditos de cine están A Nightmare on Elm Street Part 2 y The Curse). En sí misma, I, Madman no es algo que tensione; pero sí es una película que atrae y mantiene la atención. La actuaciones están dentro de lo correcto, y entre los pocos efectos (más allá del maquillaje del loco Dr. Kessler), hay una animación en stop motion, bastante bien hecha, quizás una de las ultimas realizadas ya en los albores del CGI.

Desde ya que I, Madman no es un film para deslumbrar sino para entretener. Y lo consigue en bastante buena ley.

Randall William Cook