Sleeper (1973- Woody Allen)

Sleeper (1973- Woody Allen)

(El dormilón)

Mi opinión: 8/10

En Sleeper, Woody Allen vuelve a compartir cartel con Diane Keaton. Y el resultado es una comedia muy bien lograda. Keaton se complementa muy bien con Allen, y ambos consiguen sacar lo mejor de sus personajes en beneficio del film.

Por otra parte, Allen vuelve a la dirección de sus filmes, y lo hace con una comedia bien diferente de su anterior película (Play It Again Sam). En Sleeper tenemos un humor puramente Allen, lleno de gags visuales y de diálogos plenos de delirantes alusiones a la sociedad y sus obsesiones. Es una película bastante más cercana a Bananas que a Play It…, ciertamente.

Estamos en 2173, en una sociedad futura donde muchas de los problemas de la humanidad se han resuelto positivamente, pero bajo el manto de felicidad existe un Líder que todo lo ve y soluciona, donde no hay lugar a disidencias (cualquier relación con 1984, debe ser casual, je). En este marco, Miles Monroe (Woody Allen) es despertado de su sueño criogénico por dos médicos (Bartlett Robinson y Mary Gregory) con fines de usarlo para desestabilizar al régimen. Desafortunadamente, son descubiertos y en su huida, el bueno de Miles se disfraza de robot mayordomo, con lo que recala en el hogar de Luna Schlosser (Diane Keaton), una artista que vive en su nube de pedo (perdón por la frase no muy ortodoxa). Miles consigue, merced a un incidente ajeno a su voluntad, ponerla de su lado, y de a poco trataran de unirse a la resistencia, por lo que pasaran por no pocas aventuras.

Estamos frente a una muy buena comedia, del mejor Allen. Tiene momentos muy graciosos realmente, como la torpeza con que Miles se mueve cuando vuelve a la vida, o el momento en que debe clonar a una persona a partir de su ¡nariz!, el dialogo entre dos robots sastre judíos… A su vez, Diane Keaton es una partenaire perfecta para esta comedia, siempre dando pie adecuado para cada chiste de Allen. De verdad, ambos se roban el film por lejos.

Del resto, poco que decir, pues nadie tiene un rol relevante. Todos cumplen con lo suyo, pero claramente la película es un móvil que saca el mejor partido del histrionismo de la pareja Allen/Keaton, además de ser una crítica ácida de la sociedad de consumo y de su contraparte comunista

Deliberadamente exagerada en su versión de la sociedad 2173, plena de gags visuales, muchas veces absurdos, con una música de ragtime presente en cada broma (otra broma en sí misma), Sleeper es un (otro más) eslabón indispensable en la carrera de Allen.