Dr. Strangelove (1964-Stanley Kubrick)

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb

(1964-Stanley Kubrick)

Mi opinión: 9/10

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Película filmada poco después de la crisis de los misiles cubanos (1962), Dr. Strangelove es el séptimo largometraje dirigido por Stanley Kubrick. Para ese momento, Kubrick ya había filmado clásicos como Paths of Glory, Lolita o Spartacus, películas políticamente incómodas todas ellas, que le valieron controversias pero también reconocimiento.

Para Dr. Strangelove, Kubrick se encarga de satirizar en formato de comedia negra al mundo político del momento y, yendo en mayor profundidad, advertir sobre la espada de Damocles que yacía (y aun yace) sobre nuestras cabezas, en la forma de una guerra nuclear.

El argumento es sencillo. Toma como partida el concepto de falla segura (concepto de ingeniería por el cual, a una falla le sigue una minimización de daños), en el cual están tomados todos los recaudos para evitar un ataque nuclear por error (tema que fue abordado mas dramáticamente por la novela de Eugene Burdick y Harvey Wheeler, Fail Safe (1962), llevada al cine  ese año 1964 por Sidney Lumet, y muchos años más tarde, rehecha para TV en el año 2000). En este caso, todos los providencias previstas para evitar el desastre fallan por el factor humano, representado por el Brigadier General Jack D. Ripper (Sterling Hayden), un alienado nacionalista anticomunista que manda a sus aviones a ejecutar el plan R, es decir, bombardear Rusia con bombas 40 Megatones promedio, para obligar a los políticos de Washington a sumarse al ataque antes de que se consume el inevitable contraataque soviético.

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Peter Sellers y George C. Scott

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Slim Pickens

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

James Earl Jones

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Del lado racional, se encuentra el consejo de guerra comandado por el presidente Merkin Muffley (Peter Sellers), dividido en halcones y palomas. El primer grupo está encabezado por el General Buck Turgidson  (George C. Scott), quien pese a no haber tenido contacto con Ripper, razona en forma similar, es decir, atacar. Del otro lado, el presidente Muffley trata de hallarle la vuelta a la crisis en los escasos minutos que quedan, apelando al dialogo con el premier soviético. Pero mientras el factor humano hace fallar al mecanismo previsto para evitar el ataque, éste funciona a la perfección cuando se trata de deshacer el zafarrancho. Solo Ripper conoce la clave para desactivar la embestida y nunca la revelará, pese a los intentos de razonar con él de parte del Capitán Lionel Mandrake (Peter Sellers), y debido a que los aviones enviados cumplen con su parte y han desactivado toda comunicación para evitar interferencias del lado ruso.

Puestas así las cosas, todo quedará en manos de la tripulación del B-52 comandado por el Mayor T. J. «King» Kong (Slim Pickens), quien a falta de contraórdenes, cumplirá a rajatabla el plan R.

Más o menos contado el argumento, hablemos de la película. Dije al principio comedia negra, pues estamos hablando del fin de la humanidad, y difícilmente exista un destino más negro que ése. Pero esta no es una comedia de risa fácil; antes bien, Dr. Strangelove  mueve antes a la sonrisa reflexiva que a la carcajada gruesa, porque la gracia está en ver a ese grupo de personas con altas responsabilidades, lidiar con un problema serio para el cual no tienen prevista ninguna acción, no están preparados, y sus argumentos rayan la incapacidad. A esto agregaré que la película tiene sus grandes momentos absurdos, como cuando un coronel que debe disparar a un dispenser de gaseosas para conseguir monedas, advierte al Capitán Mandrake que deberá responder ante la Coca Cola por los daños infligidos. O la toma ampliada del consejo de guerra donde apenas se distingue a un costado al presidente Muffley, remarcando justamente esa pequeñez del hombre ante un cuadro trágico, así sea el presidente de los Estados Unidos.

Totalmente filmada en blanco y negro, la falta de color regatea el dramatismo que implican las imágenes de explosiones atómicas reales incluidas al final. Pero es un detalle menor, pues en definitiva no hacen a la película en sí.

Todos los actores están muy bien. Empezando por Peter Sellers, en su triple papel del presidente Muffley, el Capitán Lionel Mandrake y el Dr. Strangelove del título, que a pesar de ello no tiene la trascendencia que uno imagina. En cada faceta, Sellers trabaja los costados satíricos que su enorme talento generaba, empezando por el Capitán Mandrake, un oficial de enlace con el Reino Unido al que el General Ripper no le da mayor pelota (parábola interesante del papel secundario al que el otrora poderoso imperio británico se hallaba reducido luego de la segunda guerra); el presidente Muffley, un político racional pero incapaz de hallar una solución en sus desvariadas  charlas con el premier soviético; y finalmente, el doctor Strangelove, un nazi que encontró en USA su destino como asesor presidencial, aun cuando sus comentarios y gestos tienen un deja vu conocido.

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

En cuanto al resto,  George Scott también está perfecto con su general Turgidson, un halcón  que interviene asiduamente para contradecir a Muffley e instar al ataque total cada vez que puede, incluso con las cartas ya irreversiblemente echadas.

Sterling Hayden y Slim Pickens son las otras estrellas de este film, sobre todo el último. Cada uno a su modo, interpretan a dos perturbados miembros de la Fuerza Aérea que no paran mientes en llevar a cabo su cometido. La escena del vaquero montando la bomba hacia su destino ya es icónica.

Dr. Strangelove es una gran película para ver hoy como una parodia sobre un mundo que solo en apariencia ha desaparecido junto con la URSS, pero que pervive no solo a través de esos misiles que todavía están listos y dispuestos, sino también a través de la sombra de esos locos que aún dan vueltas por los círculos del poder.

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Stanley Kubrick y Peter Sellers

Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (1964)

Slim Pickens y su juguete

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